Moondust

Cabernetfranco, su álbum debut homónimo fue producido en completo aislamiento a causa de la pandemia mundial COVID-19. El disco incluye 14 pistas, todas grabadas, mezcladas y producidas por el artista en su casa y haciendo uso de sus propios recursos. El disco tiene una apertura retro que nos recuerda a esos efervescentes himnos de las pistas de baile de los 80’s con F.T.H.K.A.B (acrónimo de “First Time He Kissed a Boy”) y “Kids On The Moon”, una fantasía pop. Luego de seis minutos y medio, ese joven resplandor que grita “Forever Young” se tiñe de tonos oscuros y psicodélicos reverberantemente adictivos, dando paso a “Hallucinations”, adornada con agudos afilados y líneas sugerentes. Tras ese tinte oscuro se desnuda “Daddy Issues”, mostrando el lado más sensual del disco, exudando el erotismo de las 50 sombras de Cabernet. “Human” abre paso al lado más experimental del disco, desdoblándose en sinfonías envolventes, etéreas y cristalinas que invitan a cerrar los ojos para contemplarla en su máximo esplendor. Tras cinco pistas llega el momento más conmovedor y sincero del disco, el de las baladas. “Losing You” y “Silhouette”, himnos de los corazones rotos, con letras tan excepcionales como desgarradoras. El clímax del disco lo trae “Moondust”, probablemente la canción más experimental, misteriosa y ambigua, con un inicio dramático que suena a balada orquestal pero que luego del minuto se vuelve un completo enigma (musicalmente hablando) y termina sonando como el soundtrack de una película de ciencia ficción. El polvo de Luna deja su estela del cual se materializa “Innocence”, una balada electrónica forjada por sonidos cósmicos. Llega el turno de “I Don’t Really Want To See It”, la cual nos invita a apreciarla bebiendo una taza de café, tan suave y ligera como crema de leche recién batida. “Complication” enciende la pista con sus interesantes acordes de guitarra eléctrica y su contagiosa percusión. De la complicación nos deslizamos a “Always Done What You Say”, líricamente atrevida y con un sonido vintage que revive los primeros “Oldies” jazzeros del rock. Finalmente llegamos al desenlace del disco, el cual nos regala dos baladas a modo de despedida, “I’m Sorry” y “Waiting”, donde el artista explota al máximo su calidad vocal y su fascinante registro de falsete, no sin antes capturar toda nuestra atención y dirigirla hacia la intensa prosa de sus letras, la primera; caótica e insoportablemente desgarradora, la segunda; celestial y tan frágil como esperanzadora. En resumen, un comienzo vibrante y colorido que saca nuestros mejores pasos de baile, un interludio que nos sumerge en los abismos de Cabernetfranco para hallar los tesoros de su composición y el letargo de un final inquietante pero profundamente revelador.

Créditos.

Productor(es): Cabernetfranco, Antonio Inostroza, Giuseppe Bozo

Masterizado por: CloudBounce

Distribuido por: Amuse Records.