El punto que destaca a Tatum es que habiendo nacido casi ciego posee una memoria y oído poco común, además de una técnica y feeling descomunal. Es barroco y virtuoso al mismo tiempo. Ahora bien, este álbum nace de la genialidad del productor Norman Granz, quien ya tenía desde 1946 a Webster en sus filas para los conciertos de Jazz at the Philarmonic, y desde 1953 a Tatum, a quienes en ambos casos le dio la libertad absoluta para que grabaran lo que quisieran y con quienes quisieran. Estas dos leyendas nacidas en 1909 se juntan el 11 de septiembre de 1956 con un único deseo: pa…
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